Eso de dejarme llevar por un impulso, al menos esta forma de actuar la justifico más que las otras, y es la primera vez que no siento que estoy a punto de volver a cometer el mismo tipo de error. Al menos esta vez los motivos son otros, aunque aún quede rastro de los primeros que me hacían tomar estas decisiones.
Esta vez además de esta entrada, no pienso gritarlo a los cuatro vientos, me iré en silencio, me embarcaré en esta nueva aventura sin levantar tanto polvo.
No sé, ahora mi temor es por saber si de verdad puedo ser yo, sin necesitar que alguien más me de unas palmaditas para confirmarme que sí.
¡Ooooh, aquí vamos!
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